El Conjunto de Edificios Aillavilú se destaca por su aporte a la estructura urbana del sector, conformando una manzana consolidada que da continuidad a la calle General Mackenna y construye el borde norte del centro histórico de Santiago. Entre las calles Bandera y Puente, el conjunto formaliza el límite sur del gran espacio público en torno al río Mapocho, que limita con distintos inmuebles de interés patrimonial de las comunas de Santiago, Independencia y Recoleta.
Este conjunto, siguió los nuevos modelos de vivienda urbana instalados en el centro de Santiago desde comienzos del siglo XX, considerando locales comerciales en una primera planta y viviendas para renta a partir del segundo nivel. Fue construido en el marco de un contexto estilístico ecléctico, característico del ejercicio arquitectónico en el Chile de la época, de lo cual es testimonio el tratamiento disímil en la composición de las fachadas de ambos edificios. En este escenario ecléctico operaron, entre otros, los arquitectos Emilio Jecquier, Ricardo Larraín Bravo, Alberto Cruz Montt, Miguel Dávila y José Forteza.
Este monumento ha sido objeto de diversas manifestaciones culturales, entre las cuales destaca la obra literaria de ficción del escritor chileno Ramón Díaz Eterovic y el montaje de la exposición "Imágenes de un patrimonio" en el Museo Nacional de Bellas Artes en el año 2010. Al mismo tiempo, el conjunto ha sido escenario de una intensa actividad cultural que ha incluido exposiciones de pintura y fotografía, así como conciertos coordinados por una comunidad activa en la puesta en valor patrimonial del Barrio Mapocho.
